Efectivamente, el color a la vida lo da nuestra mente humana, ahí fuera no hay colores, estos se deben a diferentes procesos de nuestro cerebro y de las células sensoriales de la retina. Disfrutemos de esta magia de colores. Aunque no podamos salir a la calle los colores están en nuestras casas, en los ojos de nuestros familiares, en una mirada al paisaje desde la ventana, en los colores del cabello y la ropa de nuestros vecinos que aplauden, en la sonrisa de los labios…